Los conejos son animales dulces e inteligentes y cada vez más forman parte de las familias siendo, actualmente, la tercera mascota más popular después de perros y gatos. Con el tiempo, han surgido diferentes razas de conejos que se han adaptado a la convivencia con las personas y las personas, a la convivencia con los conejos.
Como todos los animales, el conejo necesitará vacunaciones, desparasitaciones, revisiones, una buena alimentación, agua fresca, limpieza de su casita o jaula, higiene, ejercicio, cariño y un trato adecuado para que disfrute de una buena calidad de vida.
10 síntomas o señales de que tu conejo puede estar enfermo
Un conejo puede vivir doce años o más, pero algunas de estas señales pueden indicarnos que está enfermo:
- Pierde el apetito.
- Le cuesta comer, tiene dificultad para masticar o tragar (puede deberse, entre otras razones, a un crecimiento anormal de los dientes).
- Pierde peso.
- Tiene los ojos llorosos, irritados o enrojecidos.
- Inclina la cabeza hacia un lado, algo que puede deberse a otitis o síndrome vestibular y que necesitará tratamiento.
- Diarrea o heces blandas.
- Ataxia o dificultad para controlar los movimientos.
- Ronquidos, estornudos, tos, mucosidad, dificultad para respirar.
- Pérdida de pelo o aparición de algunas calvas (puede deberse a falta de vitaminas, nutrientes o por estrés).
- Inflamación de las mamas.
- Bultos en la piel.
Si observas estos síntomas, acude a la mayor brevedad posible al veterinario.
Evita los golpes de calor a los que tu conejo es muy sensible y pueden causarle la muerte y, también, las corrientes de aire.
En las hembras, la esterilización evita problemas de salud como el cáncer.
¿Cómo saber si mi conejo está enfermo del estómago?
Los conejos tienen un sistema gastrointestinal muy delicado. Necesitan comer además de pienso, heno y vegetales frescos para que su organismo funcione bien (consulta cantidades con el veterinario).
Una de las causas por la que aparecen problemas digestivos en el conejo es el estrés. El estrés puede producir una disminución o parada de los músculos del estómago y los intestinos (estasis gástrico). Esta dolencia puede aparecer como consecuencia de la soledad, falta de contacto con otros animales, cambios en el entorno, jaula o casita pequeña, falta de ejercicio, mala alimentación…, motivos que le producen estrés. Dedica tiempo a tu mascota y prepara una zona amplia donde, bajo tu supervisión, pueda moverse con libertad.
Otra de las causas por las que tu mascota puede perder el apetito es por la formación de bolas de pelo en el estómago o por haber comido cuerpos extraños como plástico, papel, arena de la bandeja…, algo que puede producirle obstrucción intestinal. Evita que esto suceda con una dieta alta en fibra, mucho heno fresco y cepillados para retirar el pelo muerto.
Si la orina de tu conejo es de color rojizo y no contiene sangre, puede deberse al exceso o falta de algún nutriente en la alimentación (consulta con el veterinario).
El estreñimiento puede parecer en el conejo por falta de ejercicio, estrés, mala alimentación, falta de heno fresco y verduras verdes… El vientre de los conejos estreñidos suele inflamarse, algo que puede verse de manera temporal o acarrear problemas de salud. Acude al veterinario para que lo revise y ponga un tratamiento.
La diarrea bacteriana suele ser frecuente en los conejos si la dieta no es la adecuada o si hay un exceso de vegetales frescos.
Si tu conejo deja de comer, acude con rapidez al veterinario.
¿Cómo saber si a mi conejo le duele algo?
El dolor de los conejos puede ser leve, moderado, intenso o crónico. En cualquiera de los casos, deberás acudir al veterinario para que lo trate y busque la causa que lo produce.
Puedes pensar que a tu conejo le duele algo si observas alguno de los siguientes síntomas:
- Adopta posturas que no son las habituales.
- Rechina los dientes cuando se mueve, orina o defeca.
- No se deja tocar, permanece quieto o se mueve lentamente.
- Está triste, aletargado, pierde el interés por lo que sucede alrededor.
- No se acicala.
- Se aleja de los otros conejos y se esconde.
- Puede ponerse agresivo.
- Tiene dificultad para dormir y descansar.
- Come y bebe menos.
- Aparece un exceso de saliva.
- Tiene secreciones en los ojos.
- Sus pupilas están dilatadas.
- Tiene dificultad para respirar.
Observa cómo se comporta cada día tu conejo para poder detectar lo más pronto posible cualquier enfermedad y acudir con rapidez al veterinario.