¿Todos los gatos tienen miedo al agua?
Si bien es cierto que a muchos gatos no les gusta el agua, otros parecen mostrar tolerancia o preferencia por ella. Podría ser un mito la teoría de que a todos los gatos no les gusta el agua.
Algunos gatos pueden alejarse del agua sin sentir aversión por ella. Otros pueden mostrar preferencia por el agua y considerarla como un juguete. En Internet hay muchos videos divertidos de gatos jugando con agua. Por ejemplo, hay gatos a los que les gusta jugar con el agua de su tazón, del fregadero, de la bañera o, incluso, del inodoro. Hay gatos a los que les gusta que les rocíen con unas gotas de agua.
¿Cuál es la raza de gato a la que le gusta el agua?
Hay algunas razas de gatos que disfrutan estando en el agua, como el Van turco, que es conocido por sus habilidades en la natación. Otras razas de gatos que pueden mostrar interés por el agua son Bengals y Maine Coons.
¿Por qué hay otros gatos a los que no les gusta el agua?
Parte de la presunta aversión al agua podría deberse a que el gato, en algún momento, ha podido tener una experiencia negativa.
Los gatos suelen tener una exposición limitada al agua, ya que la mayoría de sus dueños no los bañan tan a menudo como lo hace el dueño de un perro (si es que lo hacen). Es muy probable que los gatitos que se aclimatan a tener baños regulares cuando son jóvenes y se les enseña a disfrutar de ellos, se conviertan en gatos adultos que disfrutan de sus baños. Esto puede ser muy útil si alguna vez, por una razón médica o de salud, tienes que bañar a tu gato. Pero, muchos propietarios no bañan a sus gatos porque la mayoría de ellos son expertos en mantenerse limpios y rara vez necesitan un baño.
Cómo hacer que a tu gato le guste el agua
Si quieres que tu mascota felina disfrute del baño, tienes que enseñarla a tolerar el agua. Para lograrlo, necesitarás usar refuerzos positivos para recompensarle por cualquier interacción con el agua. Puedes utilizar juguetes y atraer con ellos a tu gato hasta el agua. Puedes arrastrar una cuerda o un juguete de plumas cerca de un fregadero o bañera que tenga una pequeña cantidad de agua. Recompensa cualquier movimiento que tu gato haga hacia el agua usando comida, alabanzas, atención o cualquier recompensa que a tu gato le guste. Si sigues este método, con el tiempo tu gato se acercará cada vez más al agua y podrá, casi sin darse cuenta, tocar el agua. Una vez que el gato haya entrado en contacto con el agua, asegúrate de ofrecerle golosinas y elogios.
Si bien es cierto que muchos gatos, lo mismo que muchas personas, sienten aversión por el agua, no asumas que no vas a poder enseñarle a disfrutar de un baño ocasional.
Recuerda que, como cualquier otra mascota, los gatos también pueden necesitar un baño.
