La temperatura normal de un gato adulto se sitúa entre los 38 y los 39 grados y cuando es cachorro, en 39,5.
Siempre que la temperatura de un gato supere esa cifra, sobre todo si marca 41 grados o más, acude al veterinario para que lo revise, determine su gravedad y te indique cómo actuar (puede estar incubando un virus o cualquier otra afección). La fiebre puede deberse a una infección, una inflamación, un tumor…
Para saber si un gato tiene fiebre o, lo que es lo mismo, si su temperatura corporal es más alta de lo normal, puedes utilizar un termómetro de vidrio (agítalo hasta que esté por debajo de los 35 grados). Para llevar a cabo esa acción, sujeta al gato con un brazo o mejor pide a alguien que te ayude a sujetarlo. Después, levanta su cola e introduce el termómetro en el recto con ayuda de un lubricante y a una profundidad de 1 cm, aproximadamente (la parte que tiene el mercurio) y mantenlo ahí durante, aproximadamente, 3 minutos (puedes acudir al veterinario para que mire él la temperatura). Si el termómetro es digital, retíralo cuando escuches el sonido. Actualmente existen termómetros para mascotas que miden la temperatura en el oído.
La fiebre puede deberse a un problema leve o a una enfermedad grave, por lo que es importante identificarla lo antes posible para iniciar el tratamiento.
Lleva a tu gato al veterinario para que lo revise, haga las pruebas que considere oportunas y administre el tratamiento necesario.
¿Cómo saber si un gato tiene fiebre sin termómetro?
Además del aumento de temperatura, otros síntomas y un cambio en el comportamiento de tu gato pueden indicar que tiene fiebre.
- Su nariz está seca y caliente (también puede indicar que está deshidratado).
- Está inactivo, se esconde y puede que se tambalee al caminar.
- No se asea, algo muy importante para los gatos.
- Según a qué se deba la causa de la fiebre, puede estar inquieto o aletargado, sin energía. También puede permanecer acostado con los ojos irritados o cerrados.
- Su respiración es rápida o poco profunda.
- Tiene escalofríos y temblores.
- No bebe agua o muy poca.
- No quiere comer o come muy poco. Si tu gato no quiere beber o comer, llévalo cuanto antes al veterinario.
- Otros síntomas que puede presentar son estornudos, tos, diarrea, vómitos.
¿Qué le doy a mi gato si tiene fiebre?
Si tu gato tiene fiebre va a necesitar beber para mantenerse hidratado, pero si no quiere hacerlo, vas a tener que ser tú quien con una jeringuilla sin aguja le administre el agua vaciándosela, suavemente, en la boca (nunca le des leche).
Cuando des de comer a tu gato procura que el alimento que le des cubra sus necesidades y le guste (dieta húmeda o dieta blanda que puede ser de pollo y arroz hervidos), pero si no quiere alimentarse, utiliza una jeringuilla sin aguja de más grosor que la que hayas utilizado para el agua e introdúcela por las esquinas del hocico (consulta con el veterinario para que te indique qué suplementos líquidos puede necesitar hasta su recuperación).
¿Cuánto dura la fiebre en los gatos?
La fiebre es una subida de temperatura. La reacción que tiene el cuerpo ante algún problema.
Si la fiebre dura más de dos días y si no lo has hecho ya, acude al veterinario para que examine a tu gato y determine el tratamiento a seguir (puede solicitar análisis de sangre y orina).
¿Cómo bajar la fiebre en gatos?
Si tu gato no tiene demasiada fiebre y quieres intentar bajársela tú mismo, trasládalo a un lugar tranquilo y coloca dos veces al día, durante unos minutos sobre su frente, una compresa o un pañito ligeramente humedecido en agua fría. Cuando lo retires, coloca compresas sobre sus patas, ingle y abdomen y mantenlos ahí unos minutos. Al terminar, seca bien las zonas húmedas. Si en 48 horas la fiebre no ha bajado, acude rápidamente al veterinario.
La fiebre de un gato puede bajarse con los medicamentos que indique el veterinario. Puede darte antibióticos especiales para mascotas o cualquier otro medicamento que considere útil.
No utilices aspirina (puede causar problemas graves al gato) ni ningún otro medicamento sin la supervisión del veterinario (no automediques a tu gato). No olvides que a los gatos no les sientan bien los medicamentos diseñados para perros o para personas.
Fiebre en gatos después de las vacunas
Para prevenir enfermedades, sigue el calendario de vacunación obligatorio de tu gato y proporciónale una buena alimentación, rascadores, juguetes, una cama cómoda, cepillados para retirar el pelo muerto y evitar que se formen bolas de pelo y un arenero para hacer sus necesidades.
Después de las vacunas suele ser normal que tengan fiebre durante uno o dos días. Se debe a la respuesta del sistema inmunitario del animal. Si pasado ese tiempo la fiebre persiste, acude al veterinario.